CRONICA DE UNA REGATA
Los nervios estaban en su maxímo explendor , algunos tripulantes nunca habían hecho una regata de altura y el parte no era precisamente de vientos suaves. Todo y así con un capitan valiente y experimentado acompañado de su 2º de abordo y algunos grumetes más nos lanzamos a la aventura que culminó con una entrada triunfante al llegar a Formentera en 32 horas .
Nuestras velas floreadas marcaron el tono de nuestra travesía, momentos tensos y otros de relax acompañados de ilusión y muchas ganas de jugar el mejor papel para el que nos habíamos preparado.
Una vez más la experiencia no nos dejó indiferentes sobre todo para los tripulantes sin mucha pericia que ante una sala llena de grandes navegantes parecían verdaderos navegantes experimentados recogiendo su trofeo; sus caras eran el reflejo de la felicidad y la satisfacción de un gran reto conseguido .
Quieres formar parte de esa experiencia la próxima vez ¿?